Golpistas del 04/02/1992 |
Un día como hoy del año
1992, un grupo de militares golpistas, encabezados
por los tenientes coroneles Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Jesús
Urdaneta Hernández y Yoel Acosta Chirinos, traicionando el juramento militar a
la patria y a la constitución, pretendieron dar un Golpe de Estado contra el
gobierno legítimo y constitucional del entonces Presidente de la República,
Carlos Andrés Pérez.
Además de los tenientes coroneles,
participaron 14 mayores, 54 capitanes 67 subtenientes y 65 suboficiales, 101
sargentos de tropa y un poco mas de 2.000 soldados alistados. Estuvieron
comprometidas en las acciones militares, las guarniciones de los estados
Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el hoy Distrito Capital. El movimiento y las
acciones militares se inician la noche del 3 de febrero, cuando batallones del
Regimiento de Paracaidistas “José Leonardo Chirinos” salen de Maracay rumbo a
la ciudad de Caracas, comandados por Hugo Chávez, quien a la altura de Las
Tejerías, abandona el autobús donde viajaban los insurgentes y viaja aparte a
la ciudad de Caracas. En Caracas, el objetivo de Hugo Chávez era tomar y
controlar Miraflores, y apresar al Presidente Carlos Andrés Pérez a su regreso
al país del Foro Económico Mundial celebrado en Davos, Suiza. El objetivo de
Acosta Chirinos era tomar la base aérea Francisco de Miranda y La Casona. Arias
Cárdenas haría preso al gobernador del Estado Zulia, Oswaldo Alvarez Paz y
Urdaneta Hernádez tomaría La Placera en Maracay.
En Maracay se había sublevaron 3
batallones de la 42 Brigada de Infantería Paracaidista, y los rebeldes
pretendieron tomar la sede de la IV División de Infantería, la Base Aérea
Libertador, los cuarteles Páez y San Jacinto y la Base Escuela Mariscal Sucre.
Combates intensos se llevaron a cabo en el Cuartel Páez, La Placera y la Base
Aérea, resistiendo ésta última, no permitiendo el ingreso de los golpistas y
mucho menos la utilización de sus aviones. Al contrario, aviones y helicópteros
fueron usados por las fuerzas leales al gobierno para combatir y conminar a los
golpistas a su rendición. A la Base Aérea Libertador llegaron tanques
provenientes de San Juan de los Morros para retomar el control.
Diario El Nacional del 04/02/1992 |
En Caracas los combates se
iniciaron alrededor de las 11 de la noche del día 3 y los enfrentamientos más
intensos tuvieron lugar en la residencia presidencial La Casona, en el Palacio
de Miraflores y en la base aérea Francisco de Miranda. Otras acciones tuvieron
lugar en el Fuerte Tiuna, donde se iniciaron las acciones golpistas, en las
comandancias generales del Ejército y la Armada, en el Comando Regional No. 5 y
el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en
el Helicoide, en la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en
Cotiza y en las sede de Venezolana de Televisión. A pesar de la magnitud del
movimiento en la región capital, el presidente Carlos Andrés Pérez pudo sortear
con éxito la situación, ya que a su llegada de Suiza estaban esperándolo el
Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de
Interiores, Virgilio Ávila Vivas, quienes se habían trasladado al Aeropuerto
Internacional de Maiquetía, para desarticular un presunto operativo destinado a
detener al presidente Pérez. Una vez en la residencia presidencial, Pérez
recibió alrededor de las 11 de la noche una llamada telefónica de Ochoa Antich
en la que era informado de un alzamiento en el Fuerte Mara en el Zulia, por lo
que decidió trasladarse al Palacio de Miraflores, evadiendo por escasos minutos
la captura de los golpistas. Posteriormente, ya a la media noche, Miraflores
fue atacado por tanques y por una unidad de paracaidistas, produciéndose
intensos combates que derivaron en múltiples heridos y muertos de ambas partes.
Nuevamente, el presidente Carlos Andrés Pérez logro huir de sus captores
dirigiéndose al canal de televisión Venevisión, desde donde se comunicó con el
país a la 1 de la madrugada del día 4 de febrero, informando acerca de la
situación y condenando al movimiento insurreccional. Una vez que las
tropas leales retomaron el Palacio de Miraflores alrededor de las 4 de mañana
de ese día, se inicio la rendición de los insurgentes que se prolongó hasta las
primeras horas de la tarde del 4 de febrero, siendo apresados los militares
golpistas. Cifras oficiales determinaron 14 muertos, 53 heridos, 1.089 militares detenidos y cuantiosas pérdidas materiales. Aunque versiones extraoficiales inicialmente daban un estimado de 100 muertos y cientos de heridos.
Quien suscribe considera
que el 4 de febrero de 1992, por las acciones de los militares golpistas, debe
ser considerado como el día de la traición, la infamia, la cobardía y la muerte.
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