Basílica Virgen de Chiquinquirá |
Un día como hoy del año 1709, una
tablita arribó a las orillas del Lago de Maracaibo. La imagen serena de la Madre del Salvador, en la
advocación de la Virgen
María del Rosario de Chiquinquirá, llegó para quedarse entre
los zulianos, quienes con amor la veneran, pidiendo con gran devoción a una
Reina que se llama simplemente “Chinita”.
Cuenta la historia, que una sencilla mujer acababa de
lavar su ropa en las orillas del lago de Maracaibo, cuando repentinamente vio
flotando una tablita de madera fina, la cual recogió pensando en que le podría
ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en el corredor de su casa. En casa, la viejita la
limpió y notó que aparecían signos de una imagen religiosa y por esta razón la
colocó en un sitio especial de la casa. No pasó mucho tiempo sin que ocurriera
el milagro: la casa empezó a sacudirse y se iluminó por completo «con los
fulgores que el retablo difundía en haces meridianos». La pobre anciana,
atribulada, se postró de hinojos ante la Virgen de Chiquinquirá y empezó a decir
«¡Milagro, ¡Milagro!». Los vecinos acudieron y vieron a la Virgen «de color mestizo y
de faz indígena, que a todos miraba con semblante acogedor». Posteriormente,
las autoridades eclesiásticas pensaron en trasladar la milagrosa tabla a la Catedral , pero la Virgen escogió su propio
santuario, al adquirir un peso imposible de ser levantado por los devotos que
iban en procesión. Pero al desviar el rumbo hacia la ermita de San Juan de
Dios, construida en 1686, todo se hizo posible y desde entonces está allí, La Chinita , alimentando el
fervor mariano de los Zulianos.
El 18 de mayo de 1920 el
Papa Benedicto XV distinguió con el título de Basílica Menor la de San Juan de
Dios, que los Zulianos llaman Basílica de Chiquinquirá. Ya antes, el 16 de
julio de 1917 había dispuesto el mismo Papa la coronación canónica de la Virgen de Chiquinquirá. El 18 de
noviembre de 1942, la Iglesia Católica corona canónicamente el retablo de
nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de Maracaibo.
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