Cardenal Quintero |
Un día como hoy en el año 1902, nació en Mucuchies, estado
Mérida, José Humberto Quintero Parra, primer Cardenal en la historia de la
Iglesia católica venezolana.
De adolescente, ingresó al Seminario Menor de Mérida, regido
en la época por el presbítero Enrique María Dubuc, futuro obispo de
Barquisimeto. En dicho centro de estudios realizó todo el curso de humanidades
y al finalizarlo, recibió el título de bachiller en filosofía. Fue enviado
luego a seguir estudios filosóficos y teológicos en la Universidad Gregoriana
de Roma, siendo huésped del colegio Pío Latinoamericano de esa ciudad,
obteniendo en 1926, el título de Doctor en Sagrada Teología.
Retorna a Venezuela y en Mérida recibe la ordenación
sacerdotal el 22 de agosto de 1926. Vuelve a Roma a continuar sus estudios de
derecho canónico, los cuales culmina en 1928, año en que comienza su ministerio
sacerdotal. Su primer destino ministerial lo lleva a Santa Cruz de Mora, Estado
Mérida; luego secretario de cámara y gobierno del arzobispado de Mérida. Fue
maestro de ceremonias de la catedral, vicario general del arzobispado y
canónigo magistral del Cabildo Eclesiástico de Mérida. Por varios años, fue
jefe del servicio de las capellanías militares, institución que ayuda a
organizar. En 1953, es nombrado arzobispo titular de Acrida, coadjutor, con
derecho a sucesión, del arzobispo de Mérida Acacio Chacón y es consagrado en
Roma el 6 de septiembre de 1953.
Con motivo del fallecimiento de monseñor Rafael Arias
Blanco, es designado por el Papa Juan XXIII como nuevo arzobispo de Caracas, el
31 de agosto de 1960 y el 16 de enero de 1961, es elevado a la dignidad de
cardenal, siendo el primero en la historia de la Iglesia venezolana.
Durante su episcopado, el 6 de marzo de 1964, se concretaron
las negociaciones que llevaron a la firma del convenio entre el Gobierno
venezolano y la Santa Sede, que determina en la actualidad las relaciones entre
la Iglesia Católica y la República Bolivariana de Venezuela.
El cardenal Quintero rigió la diócesis caraqueña hasta el 24
de mayo de 1980, en que le fue aceptada su renuncia debido a quebrantos de
salud. Desde 1972, se había separado del Gobierno arquidiocesano, que ejerció
monseñor José Alí Lebrún, como administrador apostólico y coadjutor con derecho
a sucesión.
Fue un cultor de las letras, y en 1961, fue elegido
individuo de número de la Academia de la Historia, a la cual se incorporó con
una investigación sobre el obispo Gonzalo de Angulo. Fue también, a partir del
16 de julio de 1979, numerario de la Academia Venezolana de la Lengua.
Murió en Caracas el 8 de julio de 1984.
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